VITAMINA C

 

La vitamina C cumple funciones que contribuyen al mantenimiento de una buena  salud, al observar sus roles, nos damos cuenta de cómo puede potenciar  a la actividad física y favorecer al deportista mejorando la respiración y potenciando el desempeño durante el ejercicio físico.

La alimentación equilibrada es necesaria para los deportistas, no sólo porque de ella se obtiene la energía que constituye al cuerpo, sino porque a través de los alimentos obtenemos sustancias como las vitaminas y minerales, esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.


La vitamina C, al igual que las demás vitaminas, es un compuesto químico que es fundamental para mantener el organismo  sano y  fuerte,  cumpliendo  funciones  que contribuyen a  mantener una buena salud, potenciando la actividad física y favorecer al individuo que se ejercita regularmente. Una de las funciones principales  de  la  vitamina C es reforzar el sistema inmunológico del cuerpo y actuar como antioxidante, es decir, reduciendo el efecto  de  los  radicales  libres del oxígeno que se generan ante la oxidación. Otros de sus efectos es el mantenimiento de los huesos, dientes, ligamentos,   tendones y vasos   sanguíneos, lo  cual  resulta fundamental para una persona que constantemente utiliza los tejidos blandos y las articulaciones para efectuar movimientos.

Hay  que  tomar  en  cuenta que  el esfuerzo  físico  llega a ser una situación de estrés para  el  cuerpo  y  éste  genera   radicales   libres  por ello, es indispensable que la persona  que  realiza  actividad   física con  regularidad  mantenga  sus niveles de vitamina C sean óptimos y así evitar el daño celular que los radicales libres del oxígeno.




La vitamina C o ácido ascórbico favorece la cicatrización de heridas con la producción de colágeno. Esta función es fundamental para evitar que las lesiones,

tan frecuentes entre deportistas pasen a cuadros de mayor relevancia y facilitar su curación de manera natural.

La vitamina C como micronutriente es necesaria en cantidades relativamente bajas, ya que con sólo 90 mg diarios en el hombre y 75 mg diarios en la mujer es suficiente para cubrir las necesidades de esta vitamina que la podemos encontrar en frutas y verduras frescas o congeladas, por ejemplo: naranjas, limones, mandarinas, toronjas, kiwi, frutillas, ananá, melón, brócoli, pimiento, coles de Bruselas, entre otros.


Publicar un comentario

0 Comentarios