LAS 9 REGRAS DE LA ALIMENTACIÓN DEPORTIVA

 

Lograr tus objetivos de entrenamiento puede hacerse muy complejo   si   no  te   alimentas   de 

manera adecuada, si planificas bien las comidas y consumes los nutrientes precisos, esto puede ser muy sencillo. Para ello pide ayuda a un profesional calificado que te oriente sobre cómo equilibrar los menús semanales a tus requerimientos personales.  

Centra tu dieta en alimentos naturales: Son baratos, más nutritivos y te ayudarán a cubrir tus necesidades diarias de nutrientes. De paso no consumirás grandes cantidades de sal, conservantes y colorantes artificiales, grasas trans y un sinfín de productos nocivos para nuestro organismo.

Hidrátate: Una ligera deshidratación (entre el 2-3%) implica una bajada de rendimiento. Es más, un músculo deshidratado es más factible de sufrir lesiones.

Da prioridad al consumo de verduras y frutas: Tanto las verduras como las frutas nos otorgan alto porcentaje de minerales, vitaminas, fibra, antioxidantes y fitonutrientes que probablemente no encuentres en otro grupo de alimentos. Actúan como una “polifarmacia” con efectos positivos y sinérgicos. Cada día se descubren compuestos nuevos en este grupo de alimentos con efectos funcionales positivos en el organismo.

Planifica tus comidas: Planifica, compra y prepara lo que necesitas con antelación para cada ocasión. Si dejas tu elección al momento en el que tu hambre es voraz, probablemente optes por lo que te apetece en ese momento en lugar de comer lo que más te conviene.

 


Adiós al miedo a las grasas: Durante años los deportistas han tenido pánico a las grasas. Ahora se sabe que una dieta muy baja en grasas tiene un impacto negativo en el rendimiento y en la salud. Los ácidos grasos esenciales como el omega-3 ejercen funciones estructurales muy importantes y regulan los procesos inflamatorios; así que no debemos tomar ni muchas ni pocas grasas, lo ideal: las justas pero siempre elegiremos las de mejor calidad. Introduce en tu dieta alimentos ricos en grasas saludables: frutos secos, aceite de oliva, aguacate o semillas.

Los carbohidratos: Debes ajustar la ingesta de carbohidratos a tu nivel de actividad física, ya que el bajo consumo podría afectar muy seriamente al rendimiento deportivo y la regulación hormonal, por ello debes elegir hidratos de carbono de calidad: legumbres, frutas, tubérculos, cereales integrales…; evita los azúcares refinados añadidos y los productos refinados en general.

Óptimo consumo de proteínas: Las proteínas son imprescindibles para poder recuperar, regenerar y reparar los tejidos musculares que han sido dañados o excesivamente usados durante el entrenamiento.

Previo a incluir suplementos ¡INFÓRMATE!: Antes de aventurarte en el mundo de los suplementos alimenticios, consulta con un experto, un profesional de la nutrición calificado que te asesore y ponga en orden qué suplementos son los ideales para ti de forma personalizada.

 


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