Lograr tus objetivos de entrenamiento puede hacerse muy complejo si no te alimentas de
manera adecuada, si planificas bien las comidas y consumes los nutrientes precisos, esto puede ser muy sencillo. Para ello pide ayuda a un profesional calificado que te oriente sobre cómo equilibrar los menús semanales a tus requerimientos personales.
Centra
tu dieta en alimentos naturales: Son baratos, más nutritivos y te ayudarán a cubrir tus
necesidades diarias de nutrientes. De paso no consumirás grandes cantidades de
sal, conservantes y colorantes artificiales, grasas trans y un sinfín de
productos nocivos para nuestro organismo.
Hidrátate: Una ligera deshidratación (entre el
2-3%) implica una bajada de rendimiento. Es más, un músculo deshidratado es más
factible de sufrir lesiones.
Da
prioridad al consumo de verduras y frutas: Tanto las verduras como las frutas
nos otorgan alto porcentaje de minerales, vitaminas, fibra, antioxidantes y
fitonutrientes que probablemente no encuentres en otro grupo de alimentos.
Actúan como una “polifarmacia” con efectos positivos y sinérgicos. Cada día se
descubren compuestos nuevos en este grupo de alimentos con efectos funcionales
positivos en el organismo.
Planifica
tus comidas: Planifica, compra y prepara lo que
necesitas con antelación para cada ocasión. Si dejas tu elección al momento en
el que tu hambre es voraz, probablemente optes por lo que te apetece en ese
momento en lugar de comer lo que más te conviene.
Adiós
al miedo a las grasas:
Durante años los deportistas han tenido pánico a las grasas. Ahora se sabe que
una dieta muy baja en grasas tiene un impacto negativo en el rendimiento y en
la salud. Los ácidos grasos esenciales como el omega-3 ejercen funciones
estructurales muy importantes y regulan los procesos inflamatorios; así que no
debemos tomar ni muchas ni pocas grasas, lo ideal: las justas pero siempre
elegiremos las de mejor calidad. Introduce en tu dieta alimentos ricos en
grasas saludables: frutos secos, aceite de oliva, aguacate o semillas.
Los
carbohidratos: Debes
ajustar la ingesta de carbohidratos a tu nivel de actividad física, ya que el
bajo consumo podría afectar muy seriamente al rendimiento deportivo y la
regulación hormonal, por ello debes elegir hidratos de carbono de calidad:
legumbres, frutas, tubérculos, cereales integrales…; evita los azúcares
refinados añadidos y los productos refinados en general.
Óptimo
consumo de proteínas:
Las proteínas son imprescindibles para poder recuperar, regenerar y reparar los
tejidos musculares que han sido dañados o excesivamente usados durante el
entrenamiento.
Previo
a incluir suplementos ¡INFÓRMATE!: Antes de aventurarte en el mundo de
los suplementos alimenticios, consulta con un experto, un profesional de la
nutrición calificado que te asesore y ponga en orden qué suplementos son los
ideales para ti de forma personalizada.
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