Hiponatremia en Deportistas

 

La hiponatremia es un desorden en el organismo que se produce cuando la concentración de sodio en sangre desciende por debajo de 135 milimol/litro. Cuanto más baje este nivel, más graves serán las consecuencias para la salud del que lo sufre: desde problemas gastrointestinales como náuseas –que indican que es el momento ideal para dejar la actividad deportiva y evitar más riesgos, así como de la necesidad de comer alimentos salados–, pasando por fuertes cefaleas, vómitos, problemas respiratorios, fatiga exagerada o desorientación, que pueden llegar a derivar en síntomas más graves como convulsiones, daños cerebrales, coma, o un colapso cardiorrespiratorio.

Esto sucede porque, súbitamente, una cantidad de agua llega al cerebro, inflamándolo, y desencadenando las respuestas citadas.

Causas de hiponatremia 
Las causas de la  hiponatremia hipotónica en el atleta puede ser tanto por un exceso como por un defecto de  hidratación.  Esto es así por dos razones distintas, pero con las mismas consecuencias:

En   el   caso de que  el atleta ingiera una cantidad de 
líquidos muy superior a la que se pierde a través del sudor o la orina, esto descompensa la proporción de sodio en sangre.

Una deshidratación es otra vía por la que se puede sufrir una hiponatremia, ya que así se puede perder gran cantidad de sodio a través del sudor sin haberlo recuperado por otro medio como, por ejemplo, bebiendo agua o cualquier otro liquido.

La mejor manera de prevenir la hiponatremia en estos casos es asegurarse de estar bien hidratado (sin excederse, porque se dispararía el riesgo) o comiendo alimentos salados para recuperar el sodio que se pierde sudando.




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