El Kevlar es un tipo de polímero nacido en los años 60 y cuya ligereza y gran resistencia a la rotura lo hizo el favorito para ser usado en objetos y elementos como neumáticos de vehículos, velas náuticas para barcos o chalecos antibalas. Un gran avance en cuanto al desarrollo de nuevos materiales poliméricos, el Kevlar ha sido el material utilizado por un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan para desarrollar un hidrogel con base de Kevlar que tiene la particularidad de comportarse igual que un cartílago natural del cuerpo humano. El cartílago es un tejido conectivo y elástico que se encuentra revistiendo articulaciones, en las uniones entre las costillas y el esternón, como refuerzo en la tráquea y bronquios, en el oído externo y en el tabique nasal.
Replicar un cartílago humano es algo que la ciencia lleva tiempo buscando hacer pero, anteriores intentos no lo consiguieron porque no encontraron un material que pudiera transportar suficientes nutrientes a las células, lo que los convierte en una mala elección para trasplantes. Esta especie de ‘Kevlar humano’ sí es capaz de eso, aunque todavía tardaremos en verlo usado porque los investigadores tienen que encontrar financiación de empresas y patentar su creación.
Y es que sus aplicaciones pueden ser revolucionarias en el campo de la Medicina, ya que hablamos de por ejemplo darle una segunda oportunidad a un corredor que por una lesión de rodilla en el cartílago se hubiera tenido que despedir de la competición. Con colocarle un cartílago hecho de Kevlar bastaría para que volviese a la pista.

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