En el Ecuador se introdujo el golf a principios del siglo 20, su nacimiento estuvo ligado a los empresarios, hombres de negocios y trabajadores
que llegaban al país desde Europa y Estados Unidos concentrándose su práctica en Quito y Guayaquil.
En Quito, a inicios de la década de 1920 el señor E. Norton, gerente de la Cervecería Nacional, construyó, en un terreno que era de su propiedad, un campo de golf de tres hoyos para practicar este deporte que se empezaba a conocer.
En noviembre de 1930, los primeros socios del Quito
Golf Club firmaron un documento para inaugurar el primer campo de golf en la ciudad, ubicada a la entrada del barrio La Vicentina en un terreno de propiedad del señor José Antonio Guerrero Mora.
En Guayaquil, en la antigua población de Durán, actual cantón Eloy Alfaro, en terrenos aledaños a los talleres del Ferrocarril del Sur se dio lugar a la construcción de una cancha de golf por técnicos norteamericanos que se dedicaron a la construcción del ferrocarril.
Casi una década más tarde John Mark Reed y su hermano Robert Alan Reed, junto al presidente de la Empresa Eléctrica del Ecuador, Lester Parsons, y el gerente, George Capwell, adquirieron unos terrenos localizados en la antigua hacienda La Atarazana en los cuales se construyó el primer campo de golf de la ciudad de Guayaquil.
Todas estas construcciones de campos de Golf se las consideró como improvisadas y no cumplían con las normas establecidas por los grandes clubs de Golf internacional. A mediados de 1932 un grupo de golfistas decidió dejar la cancha improvisada de La Atarazana y buscar un mejor lugar para establecer un club de golf de manera formal, fundaron el Guayaquil Country Club el 6 de mayo de 1933, a las afueras de esa ciudad, en terrenos adquiridos a la Junta de Beneficencia de Guayaquil en el kilómetro 8 y medio vía a la Costa, en el sector de Cerro Blanco.
Desafortunadamente en Quito, un accidente fue una de las razones que impulsó a los golfistas capitalinos a fundar un club para su práctica y diseñar un campo de golf adecuado, con todas las normas de seguridad, de diseño y de distancia que requiere una cancha de golf.
El Golf siempre ha estado vinculado a los sectores económicos y sociales privilegiados y su práctica se ha mantenido entre las élites de la sociedad ecuatoriana.
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