En 1909 Ugo Stella compró una fábrica de automóviles francesa y la llevó a Lombardía, Italia. Para 1910 Stella, renombra la fábrica como “Anonima Lombarda Fabbrica Automobili” o ALFA.
Situada en Milán, capital de Lombardía, esta fábrica comienza su grande y prestigiosa trayectoria, aprovechando el repunte de los motores de 40 y 60 CV que inicio en 1900 y se convirtió en una carrera entre fábricas automotrices. Alfa desde sus inicios se dedicó a la fabricación de autos veloces, pero su producción se vio frenada por la Primera Guerra Mundial, en la que se dedicó a la fabricación de componentes militares y motores fuertes para los vehículos de guerra, dando el inicio a la marca que hoy conocemos.
El significado de su sello es por más interesante, en la parte izquierda se encuentra una cruz en un fondo blanco símbolo de la ciudad de Milán, lugar de origen de la marca y en la parte derecha una serpiente comiéndose a un hombre, símbolo de una de las familias más poderosas en la historia de Milán, la familia Visconti, que gobernaban Milán.
El nobre de Romeo se debe a Nicola Romeo, quien administraba la fábrica en 1951 y quien prestó ayuda a la milicia italiana en la Guerra, lo que le permitió a la fábrica crecer.
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